A este acontecimiento del final de Cretácico se le conoce como episodio K-T, del alemán Kreide/Tertiär para Cretácico/Terciario, o K-Pg (de Cretácico-Paleógeno, una vez que el Terciario ha sido descartado formalmente por la Comisión Internacional de Estratigrafía). La extinción masiva de finales del período Cretácico exterminó a los dinosaurios, pterosaurios, reptiles nadadores, plesiosaurios y mosasaurios, Ammonoidea, rudistas e inocerámidos.
El nannoplancton calcáreo y los foraminíferos planctónicos
experimentaron pérdidas importantes pero se recuperaron durante la Era
Cenozoica. Sin embargo, no fue mayor que otras extinciones masivas e
incluso fue mucho menos catastrófica que la extinción del Pérmico
tardío. Algunos de los grupos que se extinguen muestran claras pautas
de reducción progresiva de la diversidad durante los últimos 10 millones
de años del Cretácico, mientras que otros parecen desvanecerse
completamente justo en el momento de la transición. También hay otros
grupos, como los ictiosaurios,
supuestamente extinguidos en el límite K-T, pero que realmente habían
partido mucho antes. Entre los supervivientes se hallan la mayor parte
de plantas y animales terrestres (insectos, caracoles, ranas, salamandras, tortugas, lagartos, serpientes, cocodrilos y mamíferos placentarios) y la mayoría de invertebrados marinos (estrellas de mar y Echinoidea, moluscos, artrópodos) y de peces. Durante el Albiano se produjo una intensa extinción de insectos.
Entre las causas se encuentran:
- Hipótesis climáticas: Solo resultaron afectadas las faunas
tropicales, con extinción de los rudistas y otros pobladores del mar de
Tetis, mientras que las faunas de latitudes elevadas permanecieron
intactas. Una posible causa del enfriamiento la hallamos en los
movimientos tectónicos que estaban separando Australia de la Antártida.
Las frías corrientes profundas del océano meridional habrían sido
encauzadas hacia las aguas ecuatoriales, más cálidas, del mar de Tetis.
Las aguas más frías, combinadas con el descenso del nivel del mar,
habrían afectado las temperaturas ecuatoriales, y desprovisto al clima
de la influencia moderadora de los mares cálidos. Los cambios climáticos
resultantes de ello generarían condiciones globales más frías, y climas
muy extremos en los interiores continentales.
- Hipótesis extraterrestres: Las hipótesis más extrañas
provienen de este grupo. Si bien son muy numerosas, destaca sobremanera
una posible disminución de la radiación solar que afectó toda la cadena trófica. Otra de estas teorías argumenta que una supernova relativamente cercana pudo aumentar el nivel de radiación en la Tierra y afectar a todos los organismos terrestres y acuáticos de la zona fótica.
- Impacto meteorítico: Luis Álvarez y Walter Álvarez, a partir de una capa de iridio, esferulitos vítreos y cuarzos fracturados, postularon que apareció una nube de polvo oscureciendo el globo. Posteriormente se repitieron fenómenos de lluvia ácida, y desapareció el fitoplancton.
Las críticas que se hacen a esta teoría es que las desapariciones no
fueron súbitas. Muchas especies atravesaron el límite sin pérdidas. El
fitoplancton calcáreo desaparece cerca de la capa de iridio, a unos
10.000 años. Ammonoidea
desaparece gradualmente de 10 a ninguno en 2 millones de años. Unos 12
millones de años por debajo de la capa de iridio está el último. Los
inocerámidos desaparecen 60.000 años antes de la capa de iridio.
El balance sobre la extinción K-T indica de momento un empate entre
el modelo catastrófico basado en un impacto y el modelo de enfriamiento
global progresivo. Existen pruebas de ambos y ambos pueden tener
importancia. Un tercer conjunto de causas reside en el interior de las
plantas y animales mesozoicos: no se sabe cuáles fueron los rasgos
biológicos que determinaron la muerte de unos y la supervivencia de
otros. Todas estas líneas de investigación y otras convergen en el
episodio K-T y forman un gran debate.
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